El pasado viernes se publicó el primer gran disco del año, que resulta ser el segundo de Ghost Woman.
Ghost Woman es la banda de un solo hombre (salvo para los directos, claro): el canadiense Evan Uschenko, un multinstrumentista que acompañó durante años a varios grupos hasta que en 2016/17 decidió ir por libre y se puso a a crear repertorio. Esa libertad le ha llevado casi hasta el clásico "háztelo tú mismo": la mayor parte de su obra ha sido grabada en su casa, en un magnetófono de cuatro pistas, y toda su producción se publica a través de un sello independiente británico. La prensa se ha vuelto loca tratando de definir su estilo, y han salido a la palestra decenas de nombres que van desde Jefferson Airplane hasta CAN. Es decir, desde la psicodelia hasta el krautrock. Ya con esas referencias sería suficiente para pararse un rato a escuchar a este señor, ¿verdad?
Un ep y dos discos grandes: esas son sus credenciales hasta ahora. Demuestra un gran conocimiento de la música de los años 60/70, y sabe actualizarla. A ver si va a resultar que por fin, con este segundo disco, deja de ser un secreto y alcanza el reconocimiento que merece.
Arriba, una canción de su nuevo disco. Abajo una de aquel ep primerizo (2021) y otra de su primer Lp (2022). Es evidente que la única intención es estar en Youtube, ya que los vídeos, las imágenes, son lo de menos, como suele pasar con todos los músicos sin el apoyo de un gran sello detrás. Y en el caso de Uschenko da igual: esa es la primera muestra de que estamos ante algo de verdadero valor.