Ayer me acordé del señor Banhart. Y no sé por qué.
El señor Banhart es un veleta: ahora grabo unas canciones raras, ahora pinto, ahora dibujo, ahora
ando de paseo por lugares exóticos junto a mi última novia, la que sea... El señor Banhart no es serio.
El señor Banhart lleva casi tres años sin sacar un disco nuevo.
¡¡Céntrese, señor Banhart, que sus fans lo echamos de menos!!
Era inevitable, el misticismo budista mezclado con la psicodelia terminó convirtiéndose en un sinsentido pirado y divertido.
ResponderEliminarPues sí. Una de las facetas más admirables de mr. Banhart es (o era) su sentido del humor. Hoy en día, temo que haya entrado en una dinámica hipster que lo esté diluyendo un poco. En fin, yo me entiendo...
EliminarCurioso músico... Tras escuchar la primera canción, creí haberme hecho una primera idea, aunque sea superficial y aproximada, de qué tipo de artista se trata este tal Banhart, y la segunda me ha descolocado por completo. Y me ha gustado.
ResponderEliminarEl problema es que es un personaje bastante irregular y a veces contradictorio. Sus primeros discos, acústicos, grabados a pelo y a veces en espacios abiertos, eran encantadores porque suplía las carencias con un estilo friki-hippie-drogota que por momentos podía llegar a equipararlo con los clásicos chiflados de la costa Oeste o incluso con el Donovan de los años 60. Luego se fue sofisticando y tuvo una época también muy interesante, a medio camino entra la simplicidad anterior y los buenos arreglos, aunque a veces un tanto sentimentaloide. Y útlimamente ya sonaba un poco "sensible" de más. No sé qué esperar...
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